lunes, junio 12, 2006

Sobre el proyecto

Un escenario real - una casa de barrio típica de nuestra capital - se convierte en el territorio donde vendrá a la vida de nuestro tiempo La Virgen Loca.
Una Virgen que con el paso del tiempo aparece en el cuerpo de una araña, que luego se convertirá en una ama de casa.
La música transforma el cuerpo de ésta, ahora ella convive con su doble, su ser de otras épocas y aparece un nuevo ordenamiento de las cosas en esa casa.

Los lugares cotidianos devendrán zonas de experimentación.
Cada puerta, de cada habitación, elegirá un nuevo mundo que es sin embargo el que todos creemos conocer.
Para La Virgen Loca, conocer será inventar, ella, que “ya ni siquiera sabe hablar”. Pondrá a funcionar su capacidad de cantar y poetizar que no conocía, –justamente- y que ahora es puesta al servicio del encuentro con lo poético y de inventar/se una nueva vida.

Desde la literatura, la filosofía, la política, la estética, la música, los movimientos juveniles, desde múltiples focos de producción y maneras de ser, Arthur Rimbaud, será siempre un profeta en su tierra, es decir en todos nosotros.
Porque si en algo cambia la vida el arte es que por empezar es tierra de todos la que el arte puebla, compone y reparte y siendo de todos es diferente y nos diferencia a cada uno del otro. YO ES OTRO, dijo Rimbaud, haciéndose eco de lo que ocurre cuando el pensamiento, el arte y la vida se unen para potenciarse todos entre todos.
En La Virgen Loca, el ´yo es otro´ de Rimbaud se despliega de manera tal que demuestra que el orden real de la frase es: “el otro, es el que viene a ser lo que nombro y lo que me nombra cuando digo yo”. Hay tercera persona siempre, aunque diga yo, qué importa.
El esposo infernal, la esclava, la borracha, la muda son La Virgen Loca.
Porque es Virgen en el más potente sentido de la palabra, el que se utiliza para decir que una selva, una materia, es virgen, o sea, es desconocida, contiene lo desconocido, todo en ella es posible.
Porque es Loca para afirmar aún más este carácter de lo virgen que manifiesta Rimbaud, esta unidad con lo inaudito.
Porque es La en el sentido de que siempre es una fuerza femenina la que impulsa estas metamorfosis.

El resultado será disolverse en una nueva existencia, la vida en las carreteras, en el mar, en el viaje contínuo y sin fin, en su línea de fuga vital.